Ocasionalmente invitaremos a distintos artistas a generar cruces colaborativos, para destacar sus miradas y las formas en que su trabajo y el de SISA conversan y se acercan.
Para este lanzamiento invitamos a la artista visual chilena Carmen Gazitúa a extraer, bajo su mirada y su técnica, los colores de la nueva temporada a partir de una prenda representativa del verano.
Carmen Gazitúa lleva muchos años pintando. Es artista visual. Su trabajo guarda una relación muy particular con el color que experimentó desde pequeña inmiscuida en la naturaleza del campo chileno y que continuó desarrollando en la universidad, donde tuvo profesores como Eduardo Vilches, Nemesio Antúnez y Mario Toral.
Su muestra más reciente fue en el Museo Andino, donde expuso una serie abstracta de siete pinturas de gran formato. Ha hecho talleres y clases de pintura a lo largo de los años.
Actualmente vive en Paine dedicada a su pintura.
Carmen logra mezclas interminables y degradados en óleo sobre paletas de madera que luego traspasa meticulosamente a la tela.
En ellas conserva una especie de testimonio de color de sus pinturas.
A través del óleo se puede llegar a los mismos colores que los de un hilado de trama y urdimbre. “Fue un buen ejercicio lograr las mezclas específicas de los colores de esta blusa en mi paleta”.
“Por mucho tiempo pinté temáticas que tienen que ver con lo costumbrista, lo chileno. En el campo pintaba las casas con tejas, pintaba a la señora que iba con un bolso de ropa a la lavandería; cosas que uno veía pasar”.
Paseo en domingo, 1974.
Extracto de Procesión Paine, 1977.
“Ahora estoy en lo abstracto, que me permite lograr mucha más fuerza. Al mirar cualquier cuadro de lejos o de cerca, cambia completamente”.
“El saturado oscuro lo pones al fondo del cuadro y el más clarito adelante, para que la luz acerque y se pueda formar un volumen. Mientras más degradas, más volúmenes le das a los primeros planos. Y mientras más plano y oscuro sea el fondo, le das más perspectiva al cuadro”.
“Voy degradando colores fríos, colores cálidos, y pasando de un cálido a un frío a través del degradé, poniéndole más luz o menos luz, o mezclando por ejemplo de un café a un amarillo pasando por todos los naranjas. Ahí voy encontrando nuevos colores”.
“Un cuadro, para que tenga riquezas, tiene que tener distintas texturas. El conjunto de texturas distintas lo hace mucho más rico”.
En enero 2024, en el Museo Andino “mostré siete pinturas de un metro treinta por uno sesenta. Es una serie abstracta que espero seguir, porque todavía me faltan muchas tonalidades que trabajar, como los cafés, los grises, los pasteles”.
Dirección creativa: SISA
Video: Sebastián Rosas
Fotos: Joaquín Vergara
Producción: Solana y SISA
Conoce esta blusa representativa del verano.